SAN JERONIMO
San Jerónimo se hallaba una noche buena
en la gruta de Belén, contemplado absorto
el misterio del nacimiento del Salvador.
Se le apareció de repente el niño Jesús y le dijo:
Jerónimo, ¿Qué obsequio me vas a hacer hoy,
día de mi nacimiento? Os doy mi corazón.
Bien; pero dame algo más.
Os doy todos mis afectos.
Esto es poco; dame más aún.
Señor, os doy cuanto soy y tengo; ya no tengo más.
Dame tus pecados…para perdonártelos.
¡Que bueno eres, Dios mío!
No hay comentarios:
Publicar un comentario